sábado, 5 de diciembre de 2009

INCOGNITAS

Quiero gritar, gritar y romper el silencio del tabú, quiero gritar y no sentir las miradas que se clavan, quiero gritar y no sentir la presión, gritar y que el mundo desaparezca en mi alarido final.
¿Y por qué grito? La lista es tan larga y el tiempo tan corto; ¿Por qué no lo he hecho? No lo se, pero es la pregunta que me atormenta cuando estoy solo y me asusta más sabiendo que no es la primera vez.
¿Qué pasa en mí? El gran acertijo que aún no puedo resolver en este laberinto de ideas, que cada vez se vuelve más confuso y tórrido.
¿Por qué me enamoré de ti? Tal vez es la única pregunta que pueda responder con solo verte para dejar ciegas las dudas; oír tu voz y ensordecer las preguntas; sentir tus manos para acariciar las nubes y poder descansar protegido por ti; y en mis sueños poder protegerte de las pesadillas que nos puedan alejar.

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